Concurso de relatos sobre enfermedades crónicas

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2 de diciembre de 2008

MIS PRIMERAS NAVIDADES (o las más especiales quizá...)


Diciembre ya llegó, y con él el periodo que más me gusta (con lo ateo que soy....). Siempre me ha entusiasmado la navidad, mucho, muchísimo, y desde que soy padre más aún. Disfruto todo lo que conlleva, desde el ver una y otra vez los catálogos de juguetes con los niños (os puedo asegurar que lo he visto en lo que llevamos de periodo como veinte veces), montar el árbol y el belén, salir a pasear y ver el alumbrado, ver a la gente cargada de bolsas con las compras propias de este tiempo (aunque con la crisis, irán más ligeros de equipaje....), cantar villancicos (o tararearlos, mi timidez no me deja cantar en público), y todos esos rituales que van acaeciendo. Pero lo que más me gusta de todo es la cara de ilusión, de alegría de los niños cuando la mañana de reyes se levantan aún con las legañas pegadas en los ojos a abrir mil y un regalos. Ese momento lo tengo guardado en mi retina año tras año.
Estas navidades son aún más especiales para mí. Mis primeras navidades de guerrero, de luchador, de sobreviviente y sufridor. Os puedo garantizar que las voy a disfrutar aún más. Nada perturbará mis ilusiones.
Este domingo día 7 de diciembre hará un año del que me salió el tumor (a las tres de la mañana me di cuenta...), y vamos a hacer una fiesta, a celebrarlo, porque, gracias a él mi vida cambió a mejor (quién me lo iba a decir).
Ha sido un año raro, diferente, ha pasado tanto en tan poco tiempo que casi ni he asimilado, o mejor dicho, no he querido asimilarlo más de lo normal, porque no quise, no quiero perturbar mi mente más.
¿Qué ha tenido de diferente este año, si he reído, he llorado, he disfrutado y me he agobiado? Pues la diferencia fue que empecé a agobiarme, a llorar más que nunca, y de buenas a primeras a reír más que nunca, y a reír más que nunca. Me he sentido en la escuela, pero en lugar de ser el Funcadia que era como se llamaba la mía de antaño, ésta se llama la escuela de la vida. Lo mejor de todo, que ahora siento más que antes.
Por todo ello son mis primeras navidades, o las más especiales (si cabe...)

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