En un mundo donde todo pasaba sin percibir los aromas de la felicidad, un pequeño ser quiso cambiar el mundo. Contaba con todo lo suficiente para ser feliz, a pesar de tener una salud delicada, muchas horas en un trabajo donde se le escapaba buena parte del día y un sin fin de problemas cotidianos. A pesar de todo era feliz. La gente susurraba a su lado, - no es posible, ¿cómo puede ser feliz?-. Pues lo era, y no sólo feliz, sino muy feliz.
Cuando este ser se levantaba, pensaba en las cosas tan maravillosas que le esperaba en esa jornada; cambiaba lo negativo por lo positivo. Lo que se suponía que sería una reunión interminable de trabajo, lo convertía en una reunión de amigos donde lo menos que iba a sacar sería la satisfacción de poder aprender y enseñar conocimientos nuevos. Lo que se suponía que sería un día de lluvia, lo transformaba en una jornada casera con su familia alrededor de una mesa de camilla, y todo amenizado con una charla sumamente agradable. Lo que se suponía que era una enfermedad bastante seria, como un cáncer, lo transformaba en una prueba que le mandó la vida, para poder apreciar lo bello de la vida, lo bello que es vivir. A pesar de dar sus razones, siempre lo tachaban de loco, nadie se creía que tuviera suficientes razones para ser feliz, es más, apostillaban que debería ser un ser deprimido, ya que pesaban mucho los factores negativos. Pero este ser seguía en sus treces, no quería cambiar nada, no permitía que nadie le perturbara, era feliz y punto.
Cansado de que nadie le creyese, decidió escribir sobre sus vivencias, contar que se puede ser feliz. Reunió a un grupo de personas para contarles una vivencia que le marcó, y sin querer, esa vivencia le ayudó a combatir su enfermedad.
" Hace unos años que viajé a un país que, a pesar de tener un turismo bestial, era un país pobre, muy pobre. Tenían muy poco recurso, sin embargo eran ricos en pensamientos, sabían ser felices con lo que tenían. Y lo eran, muy felices, con lo poco que tenían, lo eran. La esperanza de vida en ese país no era muy alta, había epidemias, huracanes, hambre, y sin embargo tenían una filosofía tan bella y tan distinta a la de un país desarrollado y rico que hacía que los que no fuéramos como ellos nos sintiésemos egoístas y deplorables."
Esa experiencia se le quedó grabada en el fondo de su alma, y unido a la prueba que le mandó la vida llamada cáncer, comenzó a ver todo por los ojos de las personas que había conocido en aquel viaje. Y lo consiguió, comenzó a creer en él, aprendió a no desaprovechar todo lo que había a su alrededor y que el ritmo de vida lo hacía ciego ante eso, y entonces supo lo que era la felicidad, supo lo que era ser feliz, muy feliz.
4 comentarios:
Siempre es un placer leerte y ver lo claro que tienes las cosas, tu forma de ver la vidad es magnifica y valiente. Valio la pena conocerte , siempre vendre a verte por aqui y muchas gracias.
Lo que le pasó a ese personaje es como mi historia del patito negro, de repente vemos que nada pasa por casualidad en la vida y situaciones como estas nos hacen apreciar las cosas bonitas de la vida,lo que realmente vale. Mi patito negro sabía que tenía algo que hacer en su vida muy grande y ahora se está dando cuenta de que es.
Saludos a tu personaje y porfa dale un gran abrazo de mi parte. Como dice Zamora siempre es un placer leerte.
Diego.
Un placer topar con tu Blog...no por el contenido (bien podiamos estar hablando de un tema más alegre)si no por tus palabras, por honesto, sincero, sencillo y valiente.
Me alegro que tus revisiones vayan saliendo bien. Te lo mereces. Ya verás como todo saldrá bien!.
Yo he tenido mi primera revisión el 31 de diciembre y todo me dio bien! no podría recibir mejor el 2009.
Este va a ser nuestro año!! lo presiento.
Mucho ánimo y un abrazo desde A Coruña.
Paula García.
Excelente blog, solo debemos tener mucho cuidado con el cancer porque no sabremos si estamos con la enfermedad hasta que la detectemos, por ello siempre haganse la prueba de esta manera saldran de dudas.
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