Reflexiones, sentimientos y pensamientos sobre mi vida como enfermo de esta enfermedad. Ha sido mi terapia en una batalla que poco a poco voy ganando, sin prisas, pero con pies de plomo.
12 de octubre de 2009
SILENCIO ENSORDECEDOR
En unos días, tendré mi nueva revisión oncológica. Ya me he realizado todo tipo de pruebas para ello.
Revisiones atrás, siempre tenía mi cabeza dándole vueltas a cómo serían mis resultados, incluso adelantándome a los diferentes matices que podría tener dicha revisión; preparando mi mente a las posibilidades a las que me someto.
Curiosamente en esta revisión algo distinto hay en mí; las palabras se quedan mudas ante lo que pueda pasar; mis pensamientos no piensan, mi vista no ve, mis oídos no escuchan. No sé si es la costumbre; no sé si es que todo lo vivido anteriormente me ha creado una coraza; no sé si no quiero escuchar a mi interior.
Me encuentro bien, muy bien, aunque nunca es demasiado bien, yo aspiro a más, a mucho más. Cuando intento pensar la nueva revisión, lo único que siento es nada. No es pasotismo, ni prepotencia, simplemente es que no siento sentir lo que siento. He llegado a un punto en el que mis planes más lejanos son los que voy a realizar en los próximos diez minutos. Prefiero vivir lo que vaya viniendo a sufrir por lo que pueda vivir, y ahí está la clave para alcanzar la felicidad, el vivir el presente y no escuchar lo que venga en un futuro.
En mi interior hay un silencio que me ensordece, no pienso, solo actuó, no me predispongo, me dejo llevar, no pronostico, sólo vivo. Soy consciente que solo voy a vivir una vida, y pretendo vivirla, vivirla sin más. Mi objetivo es que, en el último segundo de vida que tenga sea decir tras haber hecho un repaso en todo lo vivido, y simplemente suspirar de felicidad, quiero que eso sea lo último que haga. Por eso no creo en los agobios de mañana, sólo creo en el aprendizaje de hoy.
En mi vida solo hay algo que está en mente, y es un silencio ensordecedor.
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6 comentarios:
Olá Carlos
Eu também começo a pensar que o melhor é ficar apática em relação aos resultados que estão para vir.
Para quê sofrer antes, o que tem que ser, já lá está e o nosso sofrimento não vai alterar nada.
Temos é que aproveitar todos os dias, amar os nosso filhos e familia e desfrutar de boa companhia.
jokas
Ánimo que ese silencio ensordecedor del que hablas seguro que es preludio de buenas noticias!!
Saludiños
CALMA,
QUE TODO TIEN UN PROPÓSITO EN ESTA VIDA, Y TU, LO ESTAS COMPRENDIENDO.
BESITOS.
Mucho animo Carlos!! entiendo tu preocupación.
Todo va a ir bien. Ya verás!
Un beso.
Hola, te entiendo perféctamente. Yo antes me angustiaba y lo pasaba fatal pensando en que en alguna de mis revisiones me podrían dar malas noticias. En verano, cuando esto se cumplió, me di cuenta de que todos los días que había pasado sufriendo antes, anticipándome a ese momento, eran días desperdiciados, así que ahora procuro disfrutar y no pensar ni en resultados ni en pruebas, el día que llegan, se hacen y punto, y el día que están los resultados, se recogen y ya esta. Y si algún día vuelven a ser malas noticias, pues ya pensaré qué hacer en ese momento, no antes, no merece la pena.
Leo tu entrada y una vez más me doy cuenta de cuánto me queda por aprender.
Besos.
Lou
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